Leyendo
el periódico he visto una noticia
que ha despertado mi curiosidad: la Unión Europea prohíbe las aceiteras
rellenables de los lugares públicos, es decir de bares y restaurantes.
La
prohibición, que será efectiva a partir
de enero de 2014, es una medida que forma parte del plan contra el fraude
en el aceite de oliva. A quién no le ha pasado servirse aceite sin tener muy
claro de qué tipo era.
La
alternativa que se ofrece son los envases
de aceite monodosis, pero también se permite que se deguste el aceite desde
botellas, siempre y cuando estas no sean rellenables.
Esta
medida es una vieja demanda de las
empresas del sector del aceite en España, que ya se aplica en otros países como Italia
y Portugal.
Los
consumidores estaremos más protegidos y sabremos qué producto estamos
consumiendo, ya que las etiquetas de
los envases indicarán "de forma
visible y legible la denominación del producto y de su origen”.
Habrá que acostumbrarse a las monodosis. Esperemos que
no nos cobren un plus por el aceite.
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